PLASMA RICO EN PLAQUETAS (PRP)

Técnica de
regeneración tisular

También conocida como concentrados plaquetarios, es utilizada para acelerar la curación de lesiones musculares, ligamentarias, tisulares y/o articulares en traumatología.

Mínimamente invasiva, administrada
localmente y de forma ambulatoria

La primera fase del tratamiento consiste en la elaboración del preparado autólogo a partir de la sangre del paciente, a la que se añade un anticoagulante y se procesa por centrifugación, consiguiendo de esta manera una concentración suprafisiológica. Este concentrado contiene reservas de proteínas bioactivas, factores de crecimiento y células madre periféricas, vitales para iniciar y acelerar la reparación y regeneración tisular. Después, se aplica bien como infiltración local, infiltración intra-articular o como gel de fibrina rico en plaquetas, para que éstas puedan liberar en la zona a tratar los factores de crecimiento que transportan. 

Gracias a la acción de dichos factores de crecimiento, se reduce el dolor agudo o crónico causado por lesiones de los tejidos lastimados, y se acelera la curación de lesiones, heridas y patologías dolorosas agudas o degenerativas, permitiendo así una recuperación más rápida y la desaparición del dolor en el paciente.

Aplicaciones médicas e indicaciones

Acelera la reparación que ya está en marcha, acortando así los plazos de curación en lesiones:

  • Musculares
  • Tendinosas
  • Ligamentarias

Activa el proceso reparativo, que se encuentra estancado en casos como:

  • Artrosis
  • Condropatías
  • Problemas de cicatrización

El Plasma Rico en Plaquetas está contraindicado en pacientes que sufren alguno de los siguientes casos: 

  • Trastorno en la coagulación
  • Utilicen anestésicos locales
  • Presenten un número de plaquetas inferior a 100×103 plaquetas por microlitro 
  • Mujeres embarazadas o en fase de lactancia.

Todos son típicos de la punción por agujas hipodérmicas y suelen aparecer por el proceso fisiológico desencadenado por los mediadores de la inflamación:

  • Dolor
  • Eritema
  • Aumento de temperatura
  • Discreto edema o infección local

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